A ver, hijos, ¿quién plagió a quién?, preguntó el profe Estrada detrás
del pupitre, sentado como un detective que interroga culpables, confiado en que
el Rulo o el Charles irían a confesar. Nadie ha plagiado nada, profesor respondieron los dos casi en coro, lo que pasa
es que hemos tenido los mismos resultados. Claro, ni locos iban a confesar que el
culpable de todo era el loco Marco que con esa solidaridad que tenía para con
los amigos, con ese corazón blando para los favores, de ninguna manera iba a
permitir que dos patas de su código, dos de los que habían ingresado a la UNI junto a él repitieran Física
I por segunda vez. Ni locos iban a confesar que había sido el loco quien, en lo
que le dio el urgido tiempo, había resuelto problema más complicado del examen
final, fuera del salón y luego se los alcanzó en medio de un libro que decía
devolverle al Rulo a medio examen, abusando del halo de seriedad y confianza que
le daba ser uno de los más chancones de la facultad. Es lógico que lleguen al
mismo resultado, respondió el profe Estrada con ese vozarrón de autoridad que
tenía, con esa voz de papá bonachón, pero circunspecto; es lógico, dijo; lo que
no es lógico es que el procedimiento, el planteamiento de solución de ustedes
dos sea el mismo: aquí alguien plagió, ¿quién fue, hijo? El Rulo miró al
Charles como diciendo, que huevón eres, se supone que tenías que cambiar tu
procedimiento pues, hueveras y el Charles le devolvió la mirada como
respondiendo, y por qué chicha tú no lo cambiaste de entrada, pe, huevas. Ahí
fue que apareció en la sala de profesores el profe Morales diciéndole a Estrada,
y, gordito, ¿en qué andas? El profe le contó el dilema en que estaba, tratando
de descubrir cual de los dos había plagiado y le dijo a Morales, a ver, Hugo, ¿tú
qué harías en mi lugar? Fácil pe, gordito, respondió el profe Morales con ese
bigote y esa sonrisa de Charlie García que tenía; mira, el que plagió es que el
que menos sabe, y el que menos sabe es el que menor promedio de prácticas tiene.
Ahí está el problema, dijo el profe Estrada, el mejor promedio lo tiene éste,
pero estoy seguro que este otro sabe más porque fue él quien me hizo consultas sobre
el diagrama de cuerpo libre durante el examen. Entonces los dos saben, pe,
gordito, dijo el profe Morales sonriendo otra vez como Charlie García. Ahí fue
que el profe Estrada tomó los exámenes del Rulo y el Charles, anotó los puntos
y los jaló a los dos.
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