Hace dieciocho días
que en Lima no sale el sol. Los he contado. Uno, dos, dieciocho días. Dieciocho
días haciendo mi vida bajo un cielo-raso, bajo un celaje plano, infinito y
mustio; bajo un inacabable cielo color asbesto-cemento de eternit. Dieciocho días
viendo el día sin colores como lo ven los perros: negro, blanco, gris; dieciocho
días de respirar aire y agua como los batracios, dieciocho días de andar arropado
como un tamal. Ustedes que han crecido viendo el sol asomando tras los cerros, tras
las nubes, todos los días, todos los meses, todos los años, ustedes me entienden.
Ustedes que, como yo, han visto que en la sierra, la selva, hasta en los más
largos chubascos, hasta en los peores inviernos, el cielo, luego de unas horas,
se pone azul; las nubes se ponen blancas, gordas y coposas; el sol, alto, dorado
y redondo, ustedes me entienden. El sol, dicen, regula el reloj biológico,
marca los umbrales del día y la noche en nuestros cuerpos, fija las vitaminas que
influyen en nuestro estado de ánimo. Debe ser cierto, digo, porque para mí, no
poder ver el sol es como tener sed y no poder beber agua, como tener hambre y
no poder comer, como tener sueño y no poder dormir. Ustedes me entienden.
Pero
hoy ha salido el sol en este lado de Lima. Un sol pálido, blanco, sin sonrisa. Un
sol que no calienta, pero alumbra. Un sol que le pone colores a las plantas, a las
flores, a la laguna artificial que hay en frente de mi oficina. Un sol que hace
que los patos viajeros y los gansos residentes se adentren en el agua y no
salgan de ella; que naden y naden como barquitos en el mar. Un sol que me atrae
como un imán a un clavo y que hace que inverne la computadora, deje el cubil de
mi oficina y camine hasta el estacionamiento pretextando revisar algo que deje
olvidado en el Elefante Gris, tan solo para apoyarme en él y solearme como una vizcacha.
Manos cruzadas, en camisa, mirando los patos. Uno, dos, diez minutos. Un sol
que hace que recupere energía como una celda fotovoltaica. Un sol que me devuelve
el buen humor.
Foto: Iternet.
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