And when
my life is over
remember,
remember, remember when we were together
and I was
singing this song for you
Leon Russell
Las canciones son como
los aromas, Grillete, cada uno trae un recuerdo personal. El otro día,
por ejemplo, en el concierto de Morrisey, apenas el Moz salió al escenario y
empezó a cantar «First of the gang to die»; ahí nomás, como el latigazo de un
relámpago en una noche de tormenta, me vino un flashback que me llevó derechito
al 2005 y al toque se me apareció la cara de aquella mujer de cuyo nombre ya no
me quiero acordar. Y así como cuando uno anda hurgando tonterías en Internet y aparecen
mensajes raros y uno no sabe cómo cerrarlos y simplemente los minimiza, así, igualito,
tomé la cara de aquella fucking mujer y la minimizé. Me
puse a disfrutar de «You have killed me», «When last I spoke to Carol», «Alma matters».
Pero cuando
al Moz le dio por ponerse más retro y se mandó con «Everyday is like Sunday», apenas
empezó a sonar el tan-tan-tan-tan-tan-tan del bajo, mi mente se fue direchito a
inicio de los noventas y se me apareció la cara de ya tú sabes quién. Y ahí sí
que «me lo lloré», como dice mi primo Vico cuando escucha un yaraví ayacuchano, y
me puse a cantar a gritos: trudging
slowly over wet sand/back to the bench/where your clothes were stolen y aparecí
en las calles irresueltas de Payet, en lo alto de Independencia. Claro, tú
dirás: aguanta, aguanta, ¿qué tiene que ver una canción de 1988 con algo que
pasó el 93? ¿Qué tiene que ver Morrisey con ya-tú-sabes-quién, si a ya-tú-sabes-quién
no le gustaba precisamente The Smiths? Ah, es que en realidad de lo que yo me
acuerdo son de las letras de esa canción, pues, Grillete y de cómo quedé luego
de que ya-tú-sabes-quién, en la puerta de mi casa, sin anestesia, me soltó la
noticia de que se casaba y que se iba a vivir al otro lado del mundo, bien
lejos de mí. Me voy Uli, me dijo, me voy y ya no regreso. Y claro pues,
Grillete, uno en esa época no entendía ni pío de inglés, pero bien que entendía
que después de una noticia como esa, enamorado como estaba de ella, everyday is like Sunday, everyday is silent
and gray. Pero más específicamente me acordé del año en que regresó,
Grillete y ahí es donde entra a tallar «There is a light that
never goes out», porque la noche en que por fin nos encontramos fue un take me out tonight. Lima y el Perú ya le eran extraños y quería
regresarse a su nuevo país y entonces yo la recogí con el Elefante Verde y le
mostré cómo había cambiado la ciudad en los treces años de no vernos y la llevé
where there's music and there's people
and they're young and alive para que viera que habrá pasado el tiempo, pero
la noches limeñas seguían siendo las mismas. Estás igualito, me dijo, siempre hablando
de literatura. Y volvimos a ser los chibolos de antes, Grillete, de cuando
pagábamos medio pasaje y ahí es donde me contó los bemoles de su primer
divorcio y su nuevo matrimonio y bromeó diciendo que yo sería el tercer y
definitivo esposo, y claro, yo le dije: no hay problema, flaca, ahí te espero, y nos matamos de
risa mientras yo veía al Moz sobre el escenario del Jockey, con su banda de
músicos chibolos y calatos cantando: driving
in your car, I never never want to go home, because I haven't got one anymore.
Y mira como es la vida,
Grillete, el otro día, un par de semanas después del concierto del Moz, me
llamó su hermana para pedirme unos datos de trabajo. Hablamos un rato. Y ¿qué
hay?, ¿cómo está tu hermana?, le pregunté al final. Bien, me dijo, ahí
trabajando, con los hijos. ¿Y no piensa venir de nuevo a Lima? No, que va, ni
su calor, me dijo y yo me reí sin saber qué quería decir con eso de «ni su
calor». Pero ahora que repaso el concierto del Moz en Lima viendo los videos
del youtube, se me aparece otra vez su cara, Grillete, su cara de carnet
universitario y sí, pues, ya no está ni su calor.
¿Seguro que ya no está ni su calor? ¿Seguro?
ResponderEliminarDigamos que ella hace como que me ha olvidado y yo, como que me dejé olvidar.
ResponderEliminarDigamos que ella hace como que me ha olvidado y yo, como que me dejé olvidar.
ResponderEliminarEntonces era cierto eso de que "es tan largo el olvido".
EliminarMe pregunto, Ulises, si puedo hacerte una pregunta sobre cómo escribes. Si no puedo, no puedo. No quiero ser otro lector pesado. Saludos
Fácil, Carlos. Me tiro sobre mi cama, panza arriba, y busco figuras en el techo. Y dejo hablar a mi imaginación.
EliminarFácil, Carlos. Me tiro sobre mi cama, panza arriba, y busco figuras en el techo. Y dejo hablar a mi imaginación.
EliminarSí, así contado, parece fácil, incluso muy fácil. Pero ambos sabemos (y seguro que tú mucho más) que no lo es.
EliminarUn abrazo, Ulises.
Tienes una Musa Cruel
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